Estaba con un amigo en el coche y tuve un enorme impulso sexual. Me saqué la polla y fuimos a su casa a masturbarnos. Somos iguales, queremos chorrear todo el tiempo. No hay nada malo en escupir todo el tiempo, ¿verdad? Por cierto, nos chupamos las pollas mutuamente. Es bueno tener amigos que sean tan maníacos sexuales como yo.